KOKO MIH es una iniciativa del Círculo de la Cultura Dogon del acantilado de Bandiagara, Malí, dirigido por Dagalou Guirou, a quien agradecemos por confiarnos la realización de la película.
El interés del Círculo es de contribuir a la preservación de la cultura dogon, y crear un fondo documental con sede en el País Dogon, Banani. Este proyecto también tiene como objetivo difundir el conocimiento y los valores artísticos y espirituales que emanan de la práctica del Dogotem, la cultura Dogon.
En abril de 2011 estaba prevista la celebración de la fiesta funeral de Sagou Guirou y de Hereou Guirou, en Banani . Ambós eran Kaougas de Banani, es decir dignatarios de la sociedad de máscaras, iniciados en la práctica de la tradición del Dogotem, del animismo. Se da la circunstancia además que Sagou Guirou era un maestro de la flauta, quién cada año tocaba el Kere, la celebración ritual de la cosecha y el nuevo año Dogón. Por tanto el tributo al gran músico iba a conllevar un sentido homenaje musical en su memoria, por lo que la grabación de la ceremonia y la atención a su dimensión musical tenía un notable interés para el Círculo.
El Acantilado
Koko Mih significa eco del acantilado en Dogón. El acantilado de Bandiagara es un accidente geológico de más de 200 km de longitud con una altura media de unos 200 metros, que delimita el País Dogón. Sus escarpadas paredes han servido de refugio a otros pueblos con anterioridad a la llegada de los Dogón, los Tellem, y conservan aún los vestigios de las construcciones de estas civilizaciones misteriosas. Si escuchamos a los Dogón hablar de los Tellem u hombres voladores, es siempre con respeto y admiración por su poder mágico, testimoniado en las ciudades colgantes, como en el arte magnifico y depurado arte escultórico que se ha conservado.
El monumental acantilado es el epicentro de este poder Dogón, un lugar catalogado por la UNESCO. Los cuerpos de los difuntos practicantes de la tradición animista y adeptos al fetiche de los ancestros son izados sobre el acantilado y depositados en los cuevas sagradas. Las máscaras y los Tam-tam rituales también son custodiadas en las antiguas moradas Tellem. Así pues existe un vínculo vigente entre los ancestros y antiguos moradores del acantilado y los actuales Dogón.
Animismo
El propósito principal del documental era de realizar un acercamiento sobre la práctica del animismo y el sentido de su ritual, sentido espiritual tanto como artístico y misterioso. Proporcionar un testimonio sobre la practica del animismo hoy, e inducir una reflexión sobre su persistencia, contrariamente al carácter efímero o transitorio de otros modelos.
En África y en la práctica animista se encuentran todos nuestros orígenes, es el punto de conexión cultural de toda la humanidad con nuestros ancestros. El animismo es la creencia en un alma, una fuerza vital, animando los elementos naturales. En la raíz del animismo esta la capacidad de reconocer el poder de los seres vivos, objetos, lugares, y alimentar a este poder y animarlo.
La riqueza plástica y simbólica de los rituales y la práctica del animismo en el País Dogón, el carácter ancestral de la vida de sus habitantes, y la fuerza de sus paisajes, han sido objeto de numerosos documentales y exposiciones. Además, han llamado la atención desde los inicios del cine documental. En 1931 ya, el eminente antropólogo y pionero del cine documental M. Griaule, grabo dos películas, «Au Pays des Dogon» y «Sous les masques noirs». Se ha de señalar también los trabajos de gran valor antropológico y audiovisual de Jean Rouch y Germaine Dieterlen.
La película
El acercamiento audiovisual parte del propósito de reflejar lo esencial. En este sentido nuestra sensibilidad como músicos y productores musicales, ha hecho que la atención se centrase en esta dimensión, básicamente emocional que vehicula toda la celebración, y en su capacidad comunicativa directamente sensorial, evitando el acercamiento antropológico que tendría una base científica o racional. Con este enfoque se ha pretendido en todo momento transmitir la sensación de cercanía y familiaridad del espectador con el acontecimiento, que le permite vivir una experiencia propia.
Esta sensación de familiaridad viene dada por la respuesta social a la muerte, a la única cita ineludible que todos tenemos concertada, y al desasosiego y preguntas que su presencia infunden al ser humano. Nos atreveríamos a decir que la consciencia de la muerte y su proyección social constituyen la propia esencia del ser humano.
Por todo ello desde buen inicio la intención fue no seguir un guión preestablecido ni ninguna idea previa, sino dejar fluir libremente a la tradición. Y en segundo lugar la idea clara que este trabajo no iba a tener un narrador que fuera contando o explicando los eventos ; este recurso iba necesariamente a ir en contra de la propósito de reafirmar la cercanía del evento, su fuerza comunicativa real e intemporal y su carácter esencial perceptible directamente por los sentidos, es decir no traicionar su propia VERDAD.
Tampoco resulta posible acercarse a esta esencia sin respetar el sentido misterioso del ritual, que refleja también este sentimiento humano que se despierta con especial intensidad en lo relativo a la creación y al sentido de la muerte. Este sentimiento de lo misterioso es apelado por la magia tan presente en estos rituales. La renuncia a la explicación del simbolismo y de los detalles de los eventos documentados resultaba imprescindible para la documentación de esta esencia espiritual verdadera.
Además de ello, este trabajo pretendía ser fiel y respetuoso con el carácter de la tradición oral propia del Dogotem, y en la creencia que la forma ejerce una influencia sobre el contenido. Quién halla tenido la fortuna de presenciar un funeral Dogón habrá podido percibir el canal de conexión vigente con los ancestros por medio de los rituales y emociones que se reviven. La práctica del animismo en le País Dogón tiene un grado de coherencia extraordinario, en la cual se respeta el fondo y la forma, el espíritu y el objeto. Para respetar la vigencia de esta tradición oral se quiso evitar la subtitulación o la fijación de interpretaciones que podían pervertir el carácter transgeneracional de los rituales.
El reto audiovisual pues estaba en que la exposición y la narración audiovisual de estos hechos, renunciando motivadamente a los recursos más habituales y efectivos lograra captar la atención del narrador y que le permitieran percibir los aspectos esenciales objeto del documental.
Música
El otro objetivo del documental y fundamental para los realizadores, era aportar elementos que ayuden a profundizar en la comprensión del fenómeno musical, su origen, su historia y su relación con lo mas profundo del ser humano, con su nivel emocional y explorar su capacidad comunicativa directa e universal.
Explorar su papel y alcance en un evento con una conexión tan profunda y vigente con lo ancestral como un funeral Dogón, vivido y participado desde dentro era un campo de trabajo y experimentación soñado. Nuevamente damos las gracias. Ya con esa idea nos desplazamos con un equipo de grabación audio estéreo y autónomo que permitiera grabar con independencia de la cámara para poder disponer en todo caso de un discurso sonoro continuo.
Pudimos comprobar como ese papel fundamental del poder de lo musical, al principio intuido, no es casual, sino premeditado y aprovechado desde los preparativos de la fiesta funeral, celebración que no dejar nada al azar. Como se puede ver el ritmo brota de la vida y es utilizado conscientemente como herramienta y nexo entre lo tangible y lo espiritual.
Así pues se tomó el partido de construir un hilo sonoro, para que el ritmo la vida y la cadencia del ritual ejercieran el papel de narrador. Para ello, en esta busca de la veracidad y su expresión, se ha respetado la secuencia temporal de los acontecimientos, sin ningún elemento audiovisual externo o pos producido. Esta narración sonora se inicia con el alba del día de inicio del funeral. Las flautas resuenan en honor a los difuntos, despertando la vida del acantilado.
Se ha perseguido respetar la integridad y la respiración propia de los actos, para poder transmitir el sentimiento que desprenden y su mensaje emocional. El gran poder que despliegan, solamente pueden ser percibidos mediante una inversión temporal suficiente, prácticamente íntegra. La belleza y el sentimiento de los ciclos tienen largas duraciones que posibilitan la llegada al clímax, el tiempo y el espacio en el que la respiración se aúna y la energía se concentra. La magia se hace presente en la ejecución de largos movimientos, rítmicamente complejos y que requieren la participación de todo el colectivo. En este aspecto se vuelve a revelar la imposibilidad de captar, mediante pequeños cortes comentados, la esencia, o los elementos trascendentales de la celebración .
Este planteamiento exige la participación activa del espectador, Koko Mih no le va ir dando datos o anécdotas de los rituales, sino que le da la posibilidad de sumergirse en los rituales y extraer sus conclusiones y reflexiones. La veracidad y el valor de los rituales documentados se comprueban por la capacidad real de revelarse sin intermediarios.
En el momento de la realización y el montaje también hubo que tomar partido respecto a la duración del audiovisual y la capacidad de asimilación de información del espectador. Debe tenerse en cuenta que la fiesta funeral duró cinco días y que al cabo de tres semanas se celebró la dama (baile de máscaras) por los difuntos.
Como ya se ha dicho se ha optado por explorar la profundidad de las ceremonias, por lo que no era posible ni deseable intentar hacer un documental sobre la totalidad de los actos. Se tomó la decisión de concentrar la atención sobre la fiesta funeral y solamente apuntar la presencia de las máscaras. Los motivos fueron varios, por una parte la duración en el tiempo de la fiesta funeral muy superior a las máscaras, por otro lado la diferente implicación colectiva y sentido musical. En la danza de las máscaras prima el aspecto de representación ritual con unos participantes y espectadores y donde las mujeres son excluidas. La fiesta funeral por el contrario, es un evento de comunión colectiva, donde hombres, mujeres, ancianos y niños tienen su papel relevante. Esta fuerza aglutinadora se refleja en la música, su potencia, la riqueza tímbrica y por la complejidad de sus estructuras. También se ha tenido en cuenta los trabajos previos que han puesto la atención en los bailes de máscaras.
En este punto debemos indicar que se ha intentado plasmar con la mayor fidelidad las claves rítmicas de los ritmos sagrados. Merecen especial mención los ritmos de las danzas de fusileros, pues son estructuras muy complejas de cinco tiempos, nada habituales en la música popular y que a día de hoy se encuentran casi en exclusiva en el terreno del Jazz. Es remarcable que a pesar de lo complejo de estas estructuras, que descarta por completo su origen casual, transmiten una sensación de extrema naturalidad sin resultar nunca forzadas o artificiosas.
Se ha intentado pues que este documental fuera de utilidad e interés para el espectador iniciado en la música, ampliando el conocimiento sobre las raíces y la relación de la música con lo sagrado. Se ha tenido en cuenta el gran valor que supone un evento artístico, musical y espiritual como el funeral Dogón, y plasmarlo en su dimensión ajena al concepto de espectáculo que actualmente prácticamente monopoliza la expresión artística.
En la construcción del acto planea siempre un equilibrio entre el orden, la estructura y el caos, lo inesperado; el fusil que no disparará en el momento previsto y que dará un acento único enriquece el evento e imprime el carácter.
Se busco respetar este carácter en el montaje, reflejando este equilibrio entre la estructura y la imperfección que le dota de dimensión vivencial. Se ha intentado evitar una excesiva premeditación y una búsqueda de un ideal de acabado que restase la espontaneidad que se nota primordial en el ritual.
El objetivo básico del documental ha sido realizar un acercamiento sobre la práctica del animismo y su sentido ritual, espiritual a la vez que artístico y misterioso en la celebración de la muerte y de la vida que están íntimamente ligadas. Testimoniar sobre la práctica del animismo a día de hoy, e inducir a una reflexión sobre su vigencia en contraste con el carácter efímero o pasajero de otros modelos. Explorar sobre las raíces y rol de la música en la vivencia humana, su poder espiritual y capacidad comunicativa.
El enfoque práctico de este documental intenta plasmar la coherencia básica del animismo y en concreto de la práctica Dogón . En primer lugar es un ejercicio que nace de la escasez material que provoca una importancia del valor humano y la aportación personal, escasez que finalmente provoca la preservación y al fin la originalidad y en consecuencia la riqueza.
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